Hace ya tres años, en concreto en el 2012 año, cuando los medios comenzaron a anunciar la Fórmula E. Aunque tiempo atrás ya había muchas voces que imaginaban que antes o después la supremacía de los coches de combustión interna terminaría, abriendo el camino a las energías alternativas, siendo en el mundo del motor la electricidad la principal estrella.
Lo cierto es que inclusive un año antes, en el 2011, la FIA ya preludia que deseaban llevar a cabo carreras con vehículos eléctricos, sin aún tener un nombre para el campeonato.
Así como también se imaginaba en el futuro con una competición internacional de gran nivel con coches impulsados por la electricidad y no por carburante. De esta forma se comenzó a conversar de la Fórmula E, en contraste con la Fórmula 1, la de coches impulsados por gasolina y que actualmente está considerado el género rey en todos los torneos de motor.
Desde la Fórmula 1 a la Fórmula E
La fórmula 1 se inició en la década de 1950 como una competición mundial de escuderías y pilotos, con carreras que se designan grandes premios repartidos a lo largo de distintos países. Es el campeonato en que más capital se invierte en pilotos pero ante todo en tecnología e investigación I+D, para cada escudería, fabricar el coche más competitivo, rápido y seguro de todos, que junto a la destreza del piloto, posibilite ganar carreras y finalmente la temporada anual de la competición.
A menudo se piensa que la Fórmula 1 es un centro de investigación de la más puntera tecnología del automóvil en todas sus áreas como motores, neumáticos, aerodinámica, etc., y es que es asimismo exhibición para las marcas que logran los coches más íntegros.
Con esta imagen varios comenzaron a fantasear con una Fórmula 1 eléctrica. De momento, la FIA, (la Federación Internacional de Automovilismo), que además es quien reglamenta y dirige la Fórmula 1, le agrada la idea, siendo así que creó este nuevo campeonato bajo su ayuda. Evidentemente que esta nueva competición con monoplazas eléctricos comenzaría desde cero y no sería nada fácil.
De hecho hasta hace muy poco, la idea de coche eléctrico estaba relacionada únicamente con la de un coche lento, tosco y engorroso. A día de hoy muchas personas siguen pensando que no es una alternativa eficaz y factible para los consumidores en general, ni que esta clase de vehículo pueda reemplazar en las siguientes décadas a los coches impulsados por gasolina.
Siendo así que la Fórmula E sigue dos objetivos clave: mostrar al mundo la existencia de los coches electrónicos, que es una apuesta seria, y que son tan efectivos como el resto incluso hasta para poder competir con ellos, (aunque de momento tengan algunas limitaciones) y a la vez, como realiza la misma Fórmula 1 en su ámbito, valer como laboratorio para desarrollar y aplicar las nuevas tecnologías en propulsión eléctrica, como nuevas baterías, motores o sistema de recarga.
No obstante comenzando desde el principio había que encontrar marcas, constructores, ingenieros y pilotos que quisieran involucrarse en el proyecto. Además, aun con todo debemos seguir teniendo en mente todo lo que conlleva la Fórmula 1, su espectacularidad y celebridad no hay quien se lo quite. En cambio la Fórmula E es (de momento), más modesta.
Los Constructores en la Fórmula E
¿Quiénes han sido los pioneros en emprender esta aventura de construir monoplazas eléctricos? La respuesta es un grupo de constructores europeos que crearon una sociedad con el objetivo de crear el coche eléctrico de competición entre todos: Siendo tres los países principales:
Francia, Gran Bretaña e Italia
- Spark Racing Technology. Se ha encomendado del diseño de los coches, la aerodinámica, el ensamblaje y los trenes de rodaje.
- Renault Sport. Veterana de la Fórmula 1 tanto en escudería como en la fabricación de motores, llevó a cabo la inspección y unificación de todos los sistemas, de la seguridad y de la frenada regenerativa. Además es fabricante de coches eléctricos para el mercado de consumo.
- Michelin. Obviamente, dispone de los neumáticos a los coches.
- McLaren Electronics Systems. Otras de las grandes escuderías de la Fórmula 1, ha realizado la unidad de control y el motor eléctrico de los monoplazas.
- Hewland. Ha fabricado la caja de cambio de los bólidos.
- Williams Advanced Engineering. La batería del coche y el sistema de dirección.
- Dallara. Colaboró junto con Spark en el diseño, y ha fabricado en fibra de carbono el chasis, la carrocería y el panel de abeja de kevlar.
La sede principal de la Fórmula E está situado en el circuito de Donington Park, en Gran Bretaña, siendo allí donde se han estado desarrollando los coches finales. Aparte de los propios constructores, casi en última instancia se han unido otras marcas a esta nuevo torneo, como Audi, Qualcomm o BMW quien emplearán sus modelo eléctrico i3 y su híbrido i8, como safety car o en labores auxiliares.
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Los monoplazas de la Fórmula E
En esta primera temporada, el nombre del primer monoplaza eléctrico proviene de la fusión de las dos principales marcas de su desarrollo, siendo este Spark-Renault SRT_01E. Debemos considerar que estos vehículos no se han creado solo para competir, sino para ser lo más eficientes y sostenibles posibles a un coste mesurado.
Sirva de ejemplo los neumáticos. Se trata de un solo tipo que necesita ser efectivo y resistente, y capaz de mantener la estabilidad tanto en pista seca como húmeda.
Los bólidos están concebidos para circuitos urbanos. Esta es una diferencia clave con la Fórmula 1. Por lo tanto son competiciones donde es imposible (por ahora) velocidades máximas como superar los 360 km/h de la F1; pero sí una oportunidad para demostrar las habilidades de los pilotos para adelantar en los huecos que se encuentren.
Es muy interesante puesto que todos los bólidos son iguales y necesitará de la audacia de los pilotos. Los vehículos cuentan con 200Kw de potencia máxima, o sea, 272 CV capaces de llegar a los 225 km/h de velocidad punta y acelerar de 0 a 100 Km en solo tres segundos a través de una caja de cambios de cinco velocidades.
Esa fuerza máxima se podrá emplear en la clasificación y entrenamientos, pero no en las carreras, siendo la máxima utilizable 150kw, es decir, 240CV, con un plus adicional de fanboost que incorpora 30Kw más de potencia (41 CV) durante un máximo de 5 segundos en cada carrera. Esta ventaja, el fanboost, es otorgado a los tres pilotos más votados por la afición antes de que comience cada carrera.
Los bólidos de Fórmula E tienen un peso con el piloto de mínimo 800 Kg y miden casi los 5 metros de largo por 1,80 metros de ancho y 1,25 de alto. Los circuitos miden aproximadamente 3 kilómetros y la batería necesita recargarse cada 50 minutos.
Las carreras duran alrededor de una hora, con lo cual se ha inclinado por pasar por boxes y cambiar de vehículo a mitad de carrera. Hay dos bólidos para cada piloto, y tienen que perdurar todo el campeonato.
En esta primera temporada todos los coches son iguales, siendo simplemente personalizados con colores, patrocinadores y logotipos correspondientes a cada equipo. Será en la próxima temporada cuando cada escudería podrá comenzar a realizar cambios y obtener coches propios como ocurre en la Fórmula 1.
Otra de las características que diferencia a los coches eléctricos del resto es que son bastante silenciosos a bajas velocidades. Los Fórmula E son menos silenciosos, llegando a los 80 decibelios, llegando a generar un sonido parecido al de un avión.
La Formula E necesitada de profesionales especializados
En definitiva la Fórmula E no es solo una alternativa a la Fórmula 1, se puede considerar el futuro y no solo como un evento deportivo, sino un paso decisivo para la investigación y desarrollo de nuevos coches para el ámbito de consumo. Un nuevo mercado de posibilidades para desarrollarse plenamente como profesional o ingeniero especializado en diversos campos con la ayuda del Programa Experto en Lean, Programa Experto en Materiales Compuestos o el Programa Experto en Power Electronics que te ofrece Ixtitute.