¿Es un tren?, ¿un avión? Es Hyperloop
Elon Musk, ¿os suena ese nombre? ¿Y si os decimos que es el fundador de PayPal? Y que además es la mente que hay detrás de compañías tan increíbles como Tesla Motors y SpaceX. Interesante, verdad. Siendo así el pasado año 2014, puso sobre la mesa la idea de materializar un tren subterráneo supersónico con el nombre Hyperloop, el cual seguramente si hubiese sido presentado por otra persona habría sido descartado al instante. Si bien habiendo sido él quien concibiese la idea, dijo a su vez que no contaba ahora con tiempo necesario para llevar a cabo el proyecto.
Sin embargo y por fortuna, la empresa JumpStartFund, una startup de crowdfunding que viendo las posibilidades del proyecto contactó con SpaceX y crearon la empresa Hyperloop Transportation Technologies, Inc. Una sociedad que cuenta en estos momentos con su CEO Dirk Ahlborn como el trabajador más destacado, quien ha conseguido increíbles avances en el plan debido a un brillante y novedoso enfoque.
La perfecta mezcla entre estudiantes e ingenieros
Casi un centenar de especialistas e ingenieros están implicados en el desarrollo del proyecto en su tiempo de ocio sin cobrar ni un euro a cambio de acciones de la empresa. Además no son simples ingenieros recién titulados o en plena carrera, (lo cierto es que se rechazaron a muchos aspirantes), trabajadores de grandes multinacionales como Airbus, SpaceX, Salesforce, Yahoo!, e incluso la propia NASA. Están estructurados en comunidades de trabajo especializados en áreas como el diseño de las cápsulas de transporte, la planificación de rutas o examinar los costes de producción.
A este grupo se han unido 25 estudiantes de ingeniería de ciudad de los la Universidad de California (UCLA), en Los Ángeles, quienes investigan en posibilidades de diseño para el proyecto gracias al programa de arquitectura y diseño Suprastudio con quien se afilió JumpStartFund. Éstos son quienes encabezan el diseño de las imágenes conceptuales con las cuales Ahlborn ha difundido los avances conseguidos en el proyecto hasta el día de hoy.
Itinerarios, cabinas y terminales
El trayecto original planteado por Musk, iba desde San Francisco a Los Ángeles, pero los obstáculos geográficos, con el peligro de terremotos y la bahía de San Francisco en su camino, han forzado al equipo a indagar otras opciones. Siempre procurando que la ruta fuese permisiblemente lo más derecha para que las cabinas puedan desplazarse a 1.200 kilómetros por hora, llegando a someterse a fuerzas Match 1. El grupo sopesa como Los Ángeles – Las Vegas como la primera elección, pese a que también barajan la opción de Europa y Asia, como también una extensa red en EEUU que incorpore un “mini” Hyperloops locales a modo de cercanías.
Las cabinas para los viajeros, las cuales contarán con Clase Low Cost y Business, se acoplarán en el interior de una cabina mayor que es la que deberá de soportar el viaje a altísimas velocidades. Como recalca Wired, ya han solucionado asuntos como el tubo de baja presión de en el que viajan las cabinas, además de las estructuras que los mantienen.
Finalmente, han llevado a cabo la primera propuesta para las terminales, seguramente la parte más fácil de todo el proyecto. Básicamente se parecen a los aeropuertos, con sus zonas de ocio, descanso, aseos y sistemas de seguridad como los detectores de metal. Sin embargo la diferencia radica en que todo está diseñado con una estética mucho más vanguardista, queriendo dar la sensación de encontrarnos en el futuro.
¿Lo próximo?
Dirk Ahlborn confía en poder comenzar a efectuar pruebas de campo con los primeros prototipos antes de que acabe el actual año 2015, pero cree que todavía falta unos diez años para que el sistema se ponga en marcha, mas bastantes retos que rebasar, como es el asunto de la subvenciones que posibiliten fichar a ingenieros que se involucren a jornada completa en el proyecto siguiendo las
La empresa mantiene la expectativa de conseguir entre 5.000 y 10.000 millones de dólares para un tramo cercano a los 650 kilómetros, lo cual apenas supone un recorrido de veinte minutos. En un par de décadas será capaz de dar la vuelta al mundo en menos de 24 horas.
Imaginar que dentro de dos décadas podremos viajar en trenes supersónicos nos hará creer que estamos en el futuro, pero es increíble que un proyecto de tal envergadura se llegue a conseguir ni llegados a la mitad del siglo XXI.
¿Qué esperas de tu futuro?
En Ixtitute estamos deseosos de saber más acerca del tren supersónico, ¿será este el transporte del futuro? Aunque de momento seguimos con los pies en el aire y confiando en las posibilidades de la ingeniería aeronáutica. Aun con todo las posibilidades en ambos campos, los transportes terrestres y la aéreos son las industrias del presente y futuro llenas de posibilidades si cuentas con la formación necesaria como la que te ofrecemos con Máster de Diseño Aeronáutico, el Programa Experto en Lean y el Programa Experto en Materiales compuestos. El tren del futuro solo pasa una vez en la vida, ¿estás preparado para subirte a él?