Esencialmente estoy de acuerdo en que las cosas han cambiado y que adaptarnos es la clave para seguir siendo uno de los principales actores en el sector a nivel mundial, pero, aunque no soy partidario de mirarnos el ombligo, quizá a veces conviene recordar qué nos ha traído aquí…
Si… Ahora tenemos unas de las líneas de ensamblaje final más tecnológicamente avanzadas del mundo y podemos decir orgullosos que en Andalucía se ensamblan y entregan aviones completos … No tenemos más que acercarnos a san Pablo Sur . La FAL del A400M y el delivery center dan testimonio de ello. Pero… San Pablo “sur”? Porqué “Sur” ? Porque existió y existe un San Pablo Norte donde un grupo de ingenieros ( muchos de los cuales están ahora en esos despachos de San Pablo Sur, Getafe o Toulousse… ), demostraron al mundo que los españoles también eran capaces de hacerlo. De tener un sueño, desarrollar programas, y a pesar de todas las dificultades, llevarlos a cabo… Ya no nos acordamos del C-212 , que hasta hace poco aún estaba en el mercado, el CN235, o del no tan lejano C295…
También hemos crecido al amparo del desarrollo de los materiales compuestos en los nuevos programas, y del incremento de su uso en el A380, o en el A350, pero conviene recordar que, estas tecnologías, se están utilizando en España desde hace bastante tiempo, como bien puedo atestiguar el gran profesional que tengo el privilegio de continuar en este blog.
Y cuando tienes el placer de trabajar con profesionales de dilatada experiencia, y te hablan del EFA en referencia al actual eurofigther, estas ya en la definitiva certeza de que esto de los aviones en España no es flor de un día. No hace falta remontarse a la antigua CASA o a hispano Aviación. Hemos fabricado y fabricamos aviones, participamos en los programas tecnológicamente más avanzados, dominados tecnologías punta en el ámbito de los composites, contamos con centros con incalculables recursos tecnológicos e intelectuales como el INTA, y tenemos un papel esencial en programas de defensa, espaciales o de Eurocopter.
Por todo ello, el desafío para los jóvenes que empiezan en este pequeño gran mundo es, si cabe, aún mayor. Mirar hacia el futuro, desde el presente y sin olvidar nuestro pasado. Luchar por el futuro del sector en España, en este mundo global, en cada uno de los rincones a los que este sector les lleve. Y cuando lleguen las complicaciones, obstáculos y dificultades, acuérdense de aquellos que todavía hablan de la antigua CASA o del EFA…